Bailar por los demás

La salsa es su ritmo favorito. Sin embargo, también practica cueca y diferentes bailes nortinos. José Aqueda, asesor en Prevención de FCAB, realizaba clases de danza de forma voluntaria a la Agrupación Síndrome de Down de Antofagasta. Además, antes de la pandemia, visitaba hospitales y hogares de adultos mayores.

Suena la canción Cacharpaya del Pasiri de Illapu. “Ya me voy yendo, me voy feliz, desde mi pueblo donde nací”, dice la letra. Se escuchan zampoñas, guitarras y otros instrumentos. Arriba del escenario estaba una orquesta y delante de ellos, cuatro parejas bailando el Trote Nortino.

El Teatro Municipal de Antofagasta estaba lleno. El público aplaudía mientras ellos, vestidos de negro y rojo, movías sus brazos y pies rápidamente. Luego, se agarraban de las manos y comenzaban a hacer una ronda. Se miraban a los ojos y sonreían. Estaban felices.

“Fuerte el aplauso para todos estos niños de la Agrupación Síndrome de Down de Antofagasta”, comentó al terminar el animador del evento. Los bailarines saludaban y algunos hasta se acercaron al micrófono a darles las gracias a su familia por el apoyo. Otras, más tímidas, miraban al público emocionadas. Una de ellas era la hermana de José Aqueda, asesor en Prevención de FCAB.

“Tiene Síndrome de Down, razón por la que juntos nos unimos a esta agrupación. Yo como profesor, ella como bailarina. Con una amiga, les enseñábamos diferentes bailes: trote nortino, cueca, pascuense, salsa que es mi fuerte, entre otros”, cuenta José. “Antes de la pandemia ensayábamos dos veces a la semana, dependiendo de las presentaciones que teníamos”.

Esto lo realizaba de forma voluntaria. “Porque creo que hay que devolver con un granito de arena todo lo que hemos recibido. Verlos bailar es emocionante y la recepción de la gente es increíble. Ellos son súper amigables, siempre con intención de dar lo mejor y presentarse al público”, asegura.

Además, haber ganado un campeonato de cueca junto a su hermana y compartir ese momento con ella, lo marcó para siempre. Porque bailar, dice, es lo que más le gusta. Pero al mismo tiempo, es una actividad muy desafiante para él. El ingeniero en prevención de riesgos tiene una discapacidad auditiva que no le permite escuchar sin audífonos. “A veces me cuesta mucho, pero no es impedimento, al contrario. Soy súper testarudo. Bailar es lo que más me apasiona y lo voy a hacer hasta que me canse”, explica.

Entre hospitales, hogares y superhéroes

Vestidos de Pikachu, Capitán América y Batman, visitaban también hospitales. Interpretando a diferentes superhéroes, José Arqueada junto a un grupo de amigos, entretenían a niños que estaban en tratamiento por alguna enfermedad. En una oportunidad, vivió una experiencia que no pudo olvidar.

“Yo a los 25 años tuve cáncer, gracias a Dios ahora estoy recuperado”, señala el asesor en Prevención de FCAB. “Entonces cuando fuimos al área oncológica del Hospital Regional de Antofagasta me vi reflejado. Me trajo muchos recuerdos de esa época, ya que prácticamente viví el mismo proceso. Conversamos, les di ánimo para que pudieran seguir con su tratamiento y salir adelante. Porque como yo, ellos también se pueden recuperar”.

Por otro lado, casi todos los fines de semanas realizaba acciones solidarias con personas de tercera edad o con discapacidad, entre otros. “Hacíamos actividades recreativas con el fin de darles una tarde entretenida. A veces les servíamos desayuno, bailábamos o llevábamos a un grupo musical. Era muy entretenido”, comenta.

“Con estos voluntariados he aprendido harto de la inclusión porque yo igual lo he vivido. Sé que es complejo y uno quiere desarrollarse de la mejor manera. Por eso, creo que todos deberíamos hacer algo, destinar un poco de tiempo para colaborar con quienes más lo necesitan”, concluye.

* Nota elaborada por el equipo de Comunicaciones Internas de Antofagasta Minerals